Ha logrado posicionarse como una de las más importantes bailarinas a nivel mundial en la categoría Junior, y solo tiene 16 años.
Por: Leonardo Casiano | Fotos: Teresa Sifuentes
Primer salto. Arianna tiene tres años y, deslumbrada por los bailes de su hermana mayor, Maria Grazia, y su madre, Suzanne Neumann, empieza a dar sus primeros pasos en el ballet. Segundo salto. Solo dos años han pasado y la escuela de ballet de su madre, ‘Danzaira’, la ha impulsado a soñar en grande. Arianna se presenta en Argentina para el certamen ‘Danza América’. Olvida los pasos, pero continúa con gracia y desenfado. Tercer salto. A los ocho años, la mitad de su vida, decide, luego de haber competido en diversos certámenes, que el ballet será el rumbo que tomará su vida.
Hoy Arianna tiene 16 años, pero habla con madurez. Rotundamente considera al ballet su más grande pasión y el más grande de los sacrificios. Dedica cinco horas al día a sus entrenamientos. Lo vale. La posibilidad de ganar becas en reconocidas instituciones a lo largo del mundo como en Mónaco, Berlín o Estados Unidos, la motivan, y el reconocimiento de profesores extranjeros la fortalecen. Ello mismo la impulsa a seguir soñando con llegar a formar parte de la prestigiosa compañía ‘American Ballet Theatre’ en un futuro. Pero también tiene otras inquietudes: el modelaje y la actuación. «Cuando estás en el escenario, te expresas con el cuerpo. Cuando modelas, también», señala. Arianna es una mujer dentro del cuerpo de una niña, decidida, angelical, perseverante.