Con tan solo 21 años, ha sido cinco veces campeona bolivariana, 19 veces campeona sudamericana y 32 veces campeona nacional. Una joya del deporte que empieza a despegar.
Por: Heidi Pinedo | Fotos: Oliver Lecca
Desde pequeña, Daniela siempre ha ocupado la mayor parte de su tiempo practicando algún deporte. Empezó con la natación y más tarde le siguió la gimnasia artística. Pero en 2005, durante sus vacaciones de verano, ingresó a la academia de bádminton del Club de Regatas ‘Lima’. Bastaron unos días para que ese deporte desconocido la cautivara. «Era un deporte extraño y cuando empecé a jugar vi que tenía talento para él», recuerda. En ese momento, ella practicaba tres disciplinas y sus horarios cada vez eran más demandantes. Pero en 2006, durante un campeonato de gimnasia, le llegó un mail donde la federación de bádminton la invitaba
a competir en el Panamericano 2007 de Menores en México. «La decisión incluía entrenar con la selección todos los días de la semana. Tuve que decidir por un deporte y el bádminton me encantó, así que me quedé». En ese Panamericano ganó la medalla de oro en la modalidad singles, mixtos y se coronó subcampeona en dobles.
Para la badmintonista, el deporte ha sido un pilar que la ha ayudado a organizar su vida. «Salía del colegio, iba a entrenar y tenía poco tiempo para los estudios. Tuve que aprender a organizarme desde pequeña». El deporte, además ha logrado dejarle una enseñanza vital: pelear por lo que quiere para lograr sus objetivos. «Tengo que ir a entrenar siempre, hasta cuando tengo fiebre», reflexiona. Ahora, su meta son los Panamericanos 2019. «Nos hemos preparado desde el año pasado, cambiamos de entrenador y viajamos a la India a practicar durante un mes. Eso me ayudó a entrar al ritmo competitivo y conocer nuevos tipos de juego». Daniela sabe que pronto competirá en uno de los campeonatos más grandes de su vida, pero es en casa, y eso, repite, la ayuda muchísimo. «Te da una adrenalina y una pasión increíble».