Sabe que a pesar de las dificultades seguirá entrenando incansablemente para mantener su exitosa carrera como parabadmintonista. Para él los límites no existen.
Texto: Heidi Pinedo
Pedro Pablo habla sobre el esfuerzo que le ha dedicado a su carrera como parabadmintonista y se le quiebra la voz. Toma un largo suspiro. «Dejé el bádminton por varios años, cuando estuve en proceso de sanarme física y psicológicamente», dice. No fue un camino fácil. A los 14 años, tras haberse consagrado como campeón sudamericano, Pedro Pablo fue diagnosticado con cáncer a los huesos, una enfermedad que le arrebató su pierna derecha. «Mi motivación fue que, durante los años en los que me vi obligado a retirarme, sabía que iba a regresar. Quería seguir mi pasión».
Lejos de rendirse, el parabadmintonista decidió seguir y encontró en esta disciplina -y en su prometedora carrera una motivación para su regreso. «El deporte siempre va a contribuir en tu disciplina, tus valores y formará tu carácter».
Este 2019, Pedro Pablo tiene dos objetivos en la cabeza: ganar los Parapanamericanos de Lima 2019 y clasificar al mundial de Tokio 2020. «Todo lo que hago y haré es en función a ese objetivo», remata. Es consciente que el éxito debe buscarlo sin descanso en la cancha, y por eso seguirá entrenando.