En Saunalahti, un distrito ubicado al sur en la ciudad finlandesa de Espoo, la dinámica social difiere notoriamente de lo que ocurre en el resto del mundo. Mientras que en otras ciudades del globo –incluida Lima– la vida gira en torno a comercios, la arteria de este barrio es un colegio. Inaugurada en septiembre de 2012, la escuela de Saunalahti es un espacio diseñado pensando en ‘la escuela del futuro’, con un claro objetivo de conjugar virtudes y, hasta el momento, parece haberlo logrado bastante bien. No por gusto tienen el respaldo de los excelentes resultados de las pruebas PISA. ¿Cuál es la clave detrás de este colegio modelo? No hay una sola. En realidad, su aclamado sistema pedagógico está basado en tres pilares:
1. Interacción y colaboración
Aunque el colegio tiene aulas clásicas, sus clases están bastante lejos de llevarse del modo tradicional. Para empezar, los pupitres no son individuales y cuentan con grandes ventanas con vistas hacía el exterior y también hacía el resto de aulas. El centro educativo apunta a fomentar el trabajo en grupo y por ello alberga espacios como pasillos repletos de bancas y mesas donde los alumnos pueden estudiar o simplemente conversar.
Pero el colegio no solo busca que la colaboración se quede en el ámbito educativo, sino que se expanda a toda la comunidad. Más allá de los estudiantes, la escuela recibe visitantes externos pues cuenta con un centro de día para ancianos, una guardería, una casa de la juventud, una biblioteca pública y un gimnasio abierto a todos los ciudadanos. La razón es bastante simple: si la vida de la comunidad transcurre en la escuela, sus habitantes buscarán que todo funcione correctamente.
2. Aprendizaje fuera del aula
Aquí no hay límites entre recreo y clases. Todos los espacios, tanto interiores como exteriores, son considerados como focos de aprendizaje. Los estudiantes pueden sentarse a leer en cualquier lugar del edificio, específicamente diseñado para no brindar una sensación de encierro.
Pero no solo eso. Los arquitectos encargados de este edificio no ahorraron detalles. Los patios de los niveles menores están orientados hacia el este, para recibir más luz solar. Las aulas de los estudiantes mayores, que pasan más horas en la escuela, reciben los rayos finales del día desde un tejado de cobre.
3. Manos a la obra
El sistema pedagógico de esta escuela potencia cursos como arte, educación física y trabajo manual. En este sentido, el gimnasio y los talleres cobran especial importancia. Por ello su ubicación dentro del edifico es bastante privilegiada y puede observarse desde el patio y el hall principal.