Revista ASIA SUR Una revista del Grupo AS
Hace diecisiete años, el artista plástico Federico Bauer escogió Pachacámac para residir, y en el campo encontró un empuje para el flujo creativo de sus obras, inspiradas en el arte popular.
Cuando Federico Bauer dejó su casa en Chorrillos, no imaginó lo difícil que sería instalarse en su nuevo hogar de Pachacamac. Una situación económica complicada, sumada a las limitaciones del distrito, ocasionó que durante cuatro años viviera sin conexiones de luz eléctrica ni agua potable en casa. Como consecuencia, su trabajo artístico también se vio mermado. «Lo único que hacía era cuidar la puerta de mi casa, porque ya me habían robado una», recuerda. Pero la inspiración para el trabajo regresó cuando recordó a los artesanos de la Carretera Central, camino a Chaclacayo, y sus figuras de vacas construidas con carrizo y combinadas con juegos pirotécnicos. Bauer las reinterpretó y creó sus propias vacas, pintándolas con trazos contemporáneos, pero sin perder su espíritu festivo. Las expuso por primera vez hace trece años, y hoy sus vacas han llegado hasta mercados como el de Estados Unidos y Francia. «Lo que yo hago es tomar los objetos del arte popular, reciclarlos y darles una vuelta contemporánea», dice desde su residencia de Pachacamac, donde prepara una muestra para mediados del próximo año. Desde la tranquilidad de su hogar, el artista nos comenta tres referencias claves en su proceso creativo.
