Revista ASIA SUR Una revista del Grupo AS
El peor enemigo del limeño es el Senamhi, que feo. Y más bipolar que yo, el clima. Estaba pues metida en mi cama viendo la primera temporada de Gilmore Girls, padeciendo la resaca de una fiebre que me poseyó como a Linda Blair en El Exorcista, con mi pijama de perritos y mejor sola que mal acompañada luego de una noche de chilcanos en Mayta. La ciencia dice que después de unos tragos el viento frío golpea, pero ese viento llevaba el guante de Kina puesto, porque me noqueó y bienvenida gripe, con sus mocos, sus estornudos y el maravilloso coctel de pastillas que atontan. ¡Aaa… chúiii! Sí, así estornudo, y conozco peores. ¡Así que, con todo cariño, no me jodan!
Estaba en esas, arropada con mi manta roja a cuadros, frente al televisor y mis tisús, cuando de repente sonó el celular. «Aló, Efraín, ¿cómo estás?». «Gata, ¡cómo que cómo estoy! Te he estado llamando toda la tarde y no me has contestado. ¿Ya estás lista?» «¿Lista? ¿Lista, para qué?».
El tema es que comenzaba el LIF Week y semanas atrás me había comprometido con Ani en que abriría su colección. Sorry Juanita.
«Cata –me volvió a decir Efraín– estoy llegando con Ani, te la paso, tú habla con ella, no sé». «¿Qué pasó –preguntó Ani, toda linda como siempre– te olvidaste?» «¡Aaa…chú!». «¡Ah no, a mí con groserías no me vienes Cata! ¡No seas lisa!».
Luego de explicarle que estaba con una gripe formidable y que tan solo era un estornudo, porque Ani es una dama y ella no se merece mis palabrotas, me dijo que era imperdonable que no abriera la pasarela con su vestido que con tanto cariño había diseñado. «Está bien, pasen por aquí en diez minutos». Cogí polvos, labial, delineadores, rímel y la secadora. Porque para alistarme soy una maga. Y un rato después ya estaba en la camioneta de Efraín rumbo al LIF Week. Me miraron de reojo por el retrovisor y me dijeron: ¡Cata, pero estás regia! Ya lo sé. Debe ser que a mí la moda me cura, supongo.
