Virgilio Martínez obtuvo el premio Chef Choice Award 2017 en la ceremonia de ‘The World’s 50 Best Restaurants’, aquella que recopila la votación de los mejores cocineros del mundo.
Cámaras fotográficas y transmisiones en vivo vía Facebook apuntaron a Virgilio Martínez el miércoles 5 de abril cuando desde Melbourne, Australia, se le condecoró con el premio Chefs’ Choice, que lo pone en la cima del mundo gastronómico; y a su restaurante Central con el honor de aparecer en el quinto lugar de la lista The World’s 50 Best Restaurants. «El mejor chef del mundo es peruano», tuitearía el presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski instantes después. Ya era más que oficial: Virgilio Martínez haría historia una vez más.
«En el Perú, tenemos un sentido de lo desconocido: un territorio desconocido, la Amazonía desconocida. Hay muchas cosas que esperan ser descubiertas», diría el mismo cocinero en el quinto episodio de la tercera temporada de Chef’s Table, de Netflix. «Descubrir esas cosas nuevas que la gente nunca ha visto antes es mi obsesión». Porque él no crea platos; crea ecosistemas y los sirve sobre vajilla. Hace dos años, cuando Central fue premiado como el cuarto mejor restaurante del mundo y el primero de Latinoamérica, Virgilio nos abrió las puertas de ese restaurante en Miraflores. Nos dejó en claro: «no me considero una celebridad; soy un artesano». Hoy, tras recibir el premio, le han llovido propuestas de entrevistas. Su rostro ha vuelto a lucirse bajo los titulares que gritan: este es el mejor cocinero del mundo y es nuestro. Y lo merece. Pero él tiene algo claro: su lugar no son los magazines gastronómicos, mucho menos los diarios; es la cocina. Y ahí está ahora: a puertas cerradas, buscando abrir nuevos caminos en el mundo culinario.
Pía León y Virgilio Martínez en la antesala al Chef’s Feast, patrocinado por San Pellegrino y Acqua Panna.