En 2017, mientras estudiaba en Madrid, Majo Starke se topó con el matcha de manera inesperada, desencadenando una cadena de eventos que cambiarían su vida. "Fue amor a primera mordida", recuerda Majo, al probar el helado de matcha en un barrio bohemio. Esta experiencia desencadenó una obsesión por el matcha que la llevó a importar la preciada hierba a Lima, donde estableció su marca, Matcha Bay.
Su viaje con el matcha no fue fácil; enfrentó estafas y decepciones antes de encontrar la ca- lidad que buscaba. Inspirada por su propia transformación personal, Majo se comprometió a ofrecer matcha ceremonial certificado, educando a otros sobre sus beneficios. "La calidad es clave", enfatiza.
El matcha ha demostrado ser más que una moda pasajera; sus beneficios van desde aliviar la digestión y el estrés hasta mejorar la concentración y la energía. Con su visión de abrir un Matcha Bar y su dedicación a compartir el "estilo de vida matchero", Majo Starke continúa impactando positivamente en su comunidad, promoviendo un camino hacia el bienestar a través del matcha.