Para la fundadora de Lou Botanicals & Co., la belleza se encuentra en lo sencillo, en dejar de esconder el rostro detrás de litros de maquillaje sintético que al final del día esconden quiénes somos.
Texto: Senna González | Fotografía: Rafaella Bertorini
Potes de mermelada. La hora cero de Lou Botanicals inició con potes de mermelada. Pero en vez de la conserva de fruta, un desodorante natural a base de bicarbonato de sodio y otros ingredientes orgánicos reemplazó el dulce de fresa. “Llegué a la oficina emocionada con mis potes para reemplazar el desodorante sintético de mis amigas. Terminé quemándoles las axilas e irritándoselas”. Lourdes Martínez ríe después de recordar ese cómico episodio que
fue el génesis de una marca que busca proteger la piel regresando a lo sencillo.
La belleza no se cubre: se cuida, se atiende. En palabras de Lou, “la cosmética natural es el retorno del cuidado personal en su máxima expresión”. Desde una perspectiva purista, ello significa emplear productos naturales libres de químicos o parabenos, sustancias que podrían dañar la piel a largo plazo.
Lourdes lleva trabajando 11 años en un bróker de seguros. Antes de conocer el mundo de la cosmética, estudió diversos cursos, entre ellos repostería y música. Era una forma de encontrarse nuevamente. Pero la concepción Lou Botanicals & Co. fue producto de innumerables horas de trabajo en Marsh and McLennan “contactando a personas enfermas de corporaciones importantes del país, con los mejores centros del mundo para recibir un tratamiento médico”, afirma.
En este entorno de enfermedad, Lourdes decidió investigar cómo combatir ciertas alteraciones en la piel como la rosácea o el acné. Leyó varios libros, se sumergió de lleno en la materia y poco a poco comenzó a crear más productos que en vez de cubrir nuestras ‘imperfecciones’, combaten sus causas. Para Lou, la belleza se encuentra en la bondad,
en mirarnos al espejo y saber que quien está detrás ha vivido, y hay cicatrices que lo comprueban.