Su carrera inició con un cover. Su actitud la ha llevado lejos. A punto de terminar la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima, la conductora radial acompaña las mañanas de cientos de miles de peruanos.
Texto: Leonardo Casiano | Fotografías: Oliver Lecca
La monotonía y el aburrimiento son dos conceptos que Macla desconoce. Con su voz, los destruye. Se ha acostumbrado a hacer reír a miles con sus bromas. A las cinco de la mañana, cuando la ciudad todavía oscila entre los sueños y la vigilia, ella ya está pilas, dándolo todo en su programa “Levántate con Onda”, mientras está acompañada por los últimos éxitos de la música urbana y latina. Son tres horas de diversión, música y full buena onda. Con ella “se levantan” y trabajan cerca de 300.000 personas (como mínimo). “Los taxistas son los más fieles”, comenta. Así alude a quienes la escuchan mientras conducen por las principales arterias limeñas. En las cabinas de los automóviles, los parlantes de los buses e incontables audífonos sus palabras resuenan. “Es una gran responsabilidad”, refiere. En los últimos meses ha conocido lo que es tener seguidores saturando su bandeja de entrada y fieles fanáticos.
Tener una llegada tan amplia y fuerte, a lo largo de la costa peruana, le ha hecho reflexionar sobre su papel dentro de los medios. Ahora Macla piensa más sus palabras. Lee mucho más que antes. Y aunque se trate de un programa juvenil, no por ello toma a la ligera su labor. En su espacio radial, los desamores y la política pueden convivir tranquilamente. Antes de esta entrevista, mientras chacoteaba con la gente, hablaba de las elecciones congresales, sobre el deber de votar.
Así pues, su forma de llegar a las personas es amena y simple, pero tras esas bromas, hay mensajes más profundos. Porque, detrás de esa imagen vivaz y juguetona que conservamos de ella, existe una mujer sincera, fuerte y madura. Porque, cuando acaban los segundos de las stories y los irreverentes TikToks, donde desata su faceta más extrovertida, existe una mujer consciente de los objetivos que ha logrado. Todo a base de su esfuerzo y su actitud positiva. Tal vez ese sea el motivo por el cual muchos le escriben y en ella han encontrado una confidente, una modelo a seguir.
En marzo se gradúa de la universidad, lo cual supone otro gran paso en su vida. Sin embargo, ella ya ha consolidado un sentido de independencia. La radio le ha regalado sueños y ambiciones que, como sus ganas de hacer reír, parecen inacabables. Hoy luce tan lejano aquel tema que cantó cinco días antes de que la selección debute en un
mundial de fútbol 36 años después: Estamos de Vuelta. Todo ha sido cuestión de talento y esfuerzo. La voz de Macla Villamonte nos acompañará por mucho tiempo más.